domingo, 26 de octubre de 2008

LA PALABRA DE DIOS


Las Sagradas Escrituras, es la Palabra de Dios, es el mensaje de Dios al hombre, no importa quien, es decir esta dirigida a toda persona, para que a través de esta Palabra, el hombre conozca íntima y personalmente a su Padre del Cielo, que es nuestro Dios, a fin de que encuentre a Jesucristo Nuestro Señor, y de este modo viva para Dios y no para si mismo.
Por medio de la Palabra, Dios lo ha creado todo, y la palabra estaba con Dios antes de la creación misma, comunicando su fuerza a las criaturas. “Todas las cosas fueron hechas por EL, y sin El no se hizo nada de cuanto ha sido hecho”. (Jn 1 1-18). La Palabra es un instrumento, que en manos de Dios puesta sobre el mundo, transforma nuestra historia humana en historia de salvación. Así, la palabra es fuente única y maravillosa de todo lo viviente.
Y la Palabra se hace presente en nosotros en Jesucristo, como fuente de sabiduría, se hace vida en nosotros, y nos transforma en otro Cristo. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn. 1, 1-18)

sábado, 25 de octubre de 2008

EL ROSARIO


1.- El Rosario es “arma” espiritual en la lucha contra el mal, contra toda violencia, por la paz en los corazones, en las familias, en la sociedad y en el mundo.

2.- También mediante el Rosario, contemplamos en María a Aquella que ha acogido en sí el Verbo de Dios y lo ha dado al mundo.

El Rosario es un don de María para llevarnos a Jesús

3.- El Rosario debe ser acogido como un verdadero don del corazón de la Virgen.

4.-El Rosario, esta popular oración mariana, es un medio espiritual precioso para crecer en la intimidad con Jesús, y para aprender, en la escuela de la Virgen Santa, a cumplir siempre su divina voluntad.

5.- Rezando el Rosario, es necesario ante todo dejarse conducir de la mano de la Virgen María a contemplar el rostro de Cristo: rostro alegre, luminoso, doloroso y glorioso.

sábado, 18 de octubre de 2008

El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo”

Cuando Jesús dice: que renuncie a sí mismo, propone a los que quieren seguirlo su propia vida como modelo de una vida perfecta, con una imitación fiel de su vida, según la medida de nuestras fuerzas. Lucas dice en su relato, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo (Lc 9; 23-26); El segumiento de Jesús, nos exige negarse a un mundo de exigencias personales y cómodas. Es una vida nueva, que lleva consigo un sacrificio frente a las cosas mundanas, pero que al final tiene su ganancia eterna. El discípulo de Jesús ha de estar dispuesto a toda persecución y muerte.

Nos dice Jesús: Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. Esto es, el que quiere vivir según esta el mundo y continuar gozando de las cosas temporales que la vida terrenal ofrece, éste la perderá, porque no la conduce a los términos expresado por el Señor en la bienaventuranza. Y por el contrario, añade: “el que pierda su vida por mí, la encontrará. Es decir, el que menosprecia las cosas terrenas y temporales, prefiriendo la verdad, la vida recta, el trabajo solidario por sus semejantes, la incasable tarea por los derechos del hombre entregados por Dios, la búsqueda de la paz, la vida según los evangelios, aún exponiéndose a la muerte, en otras palabras, pierde su alma por las enseñanzas de Cristo, más bien la salvará.